
Por la 15° fecha la alegría dominguera se hacía presente y tras algunos findes amargos y sin fútbol (por Argentina en uno y GP en otro) Candomberos volvía a las canchas. Nuestro rival, Napoli, oponente ante el cual siempre nos quedó el agridulce sabor de haber llevado un equipo sin delanteros en el único antecedente que nos enfrentó a el (2-2 en el Clausura '09).
En esta ocasión, curiosamente, lo mismo ocurriría. Ante la ya habitual ausencia de Gusti Álvarez por cuestiones laborales se sumaría el faltazo de Miño, quien como en aquella oportunidad, se quedó dormido. Por lo tanto, el equipo no sólo debía afrontar el match con Santi como delantero nuevamente, sino que a esto se sumaría la presencia de Mendoza para Napoli, muy buen jugador si los hay. Con este panorama daba inicio un partido que nosotros debíamos ganar no sólo para sacarnos la duda del "que hubiera pasado en la B si.." que nos perseguía desde hace 5 meses, sino también porque en otras canchas tanto Huevo Tano como Macandme se medían ante Papá Noel y Sao Caetano respectivamente, duelos en los que podían dejar unidades vitales de cara a las últimas 2 jornadas.
El inicio del cotejo mostraba al rosa dubitativo, como reencontrandose después de 15 días sin jugar juntos. Napoli por su parte parecía más activo, lo que provocó inicialmente algunos avistamientos bien contenidos por Galle. Sin embargo, la paridad se rompería a favor de los celestes tras un error de Tucho en una salida. Pero, lejos de caer en un bajón anímico, no sólo el 13 sino que el equipo en su totalidad despertó, como si hubiera necesitado ese golpe al mentón para revivir y demostrar su fútbol. Poco a poco la gestión defensiva iniciada por Santi y Tucho en mitad de cancha y respaldada excepcionalmente por Sica y Ale comenzaban a cerrarle el camino a los napolitanos, a la vez que se producían peligrosas contras que amenazaban con la igualada.
La misma llegaría minutos más tarde, tras un corner ejecutado por Sica y una buena maniobra de Tucho dentro del área; otro duelo había comenzado. Con la presión ofensiva y el anticipo defensivo como bandera, el candombe fue llevando a Napoli contra su arco y tras un soberbio quite de Santi a Mendoza (al cual contuvo de gran manera toda la madrugada) y un remate de Tucho contenido por el arquero, la pelota caería nuevamente en los pies de "Happy", quien colocaba la ventaja. El rosa, lejos de dormirse en sus laureles, fue por más y con un Sica que poco a poco se mostraba intratable con sus escaladas, llegaría el 3° luego de una asistencia de Tucho bien definida por "Lamparita". En la agonía de los 20 iniciales, cuando todo parecía que se acababa, una nueva escalada del capitán candombero tapada por el golero napolitano derivaría en el 13 quien eludiría a Politi y de zurda ponía el decisivo 4-1 con el que concluía esa etapa.
El complemento mostró mucha seguridad en el rosa, que en ningún momento puso en riesgo la ventaja. Con el ingreso de Seba (ya había participado en el primer tiempo algunos minutos) la defensa ganó aún más en solidez y esto generó que el Galle no tuviera demasiado trabajo. Si bien el candombe no mantuvo el terrible ritmo ofensivo de la segunda parte de los 20 inciales, bien por el cansancio o por la comodidad del score, jamás cesó en sus intenciones de ampliar la diferencia y a partir de quites en la zona baja y rápidas salidas llegaría el 5° luego de un gran corte de "La Rosca" Lamarque que el mismo concluiría abajo del arco tras una sucesión de pases. El match trancurría, los celestes no le encontraban la vuelta a la situación, Santi, Sica, Ale y Seba seguían frustrando los intentos napolitanos y Tucho se mantenía expectante para conseguir un tanto más. Los minutos finales mostraron otro gol del 13 tras gran pase de Seba y un tanto de Visillac, que decoraba el decisivo 6-2.
El resultado obtenido no sólo reafirma el buen momento del equipo, quien a pesar de no haber jugado junto en un par de semanas demostró su nivel, sino que supo suplir a la perfección la ausencia de "El Flaco" Miño y, además, el empate de Huevo Tano ante Papá Noel abre un panorama dentro del cual, con el guiño del destino, quizá el rosa alcance cuanto menos acceder al Copa de Campeones, de la cual es el campeón vigente.
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