domingo, 15 de agosto de 2010

GANO, GUSTO Y GOLEO

Finalmente se producía el debut de Candomberos en la máxima categoría centeneril por segunda vez en su historia. Con el objetivo de ir por toda la gloria, el rosa debía pisar firme en un, a priori, complicado debut ante Napoli, contra quien sostenía un historial de 2 partidos jugados con un triunfo y un empate.
Con la ausencia de Ale Pereyra, que finalmente no participó debido a su dolencia en la rodilla y la ya anunciada de Gusti Álvarez por cuestiones laborales pero con la presencia de Rama Alvaro como artista invitado y el esperadísimo retorno de "Coco" Miño el candombe se aventuraba a dar sus primeros pasos.
Galle, Sica, Santi, Tucho y Miño fueron el quinteto titular. Es preciso decir, a mi entender, que el rosa disputó uno de los mejores partidos en su historia centeneril. Sólido en todas las líneas, ejerciendo un soberbio trabajo grupal tanto en defensa como en ataque y cada uno de los jugadores desequilibrando individualmente en diversos tramos del match, una goleada histórica se materializaría.
La apertura del score de la mano de Tucho tras una triangulación con Sica y Santi fue sólo la punta del iceberg. Una lluvia de goles caería sobre el arco napolitano y no cesaría casi en ningún momento del partido. Santi ampliaba la ventaja, Miño volvía al gol con la casaca rosa tras el histórico tanto contra Macandme y Sica e incluso Seba de TC sentenciaban el primer tiempo 7-0.
En el complemento, lejos de dormirse en los laureles y bajar la intensidad, el rosa jugó como si se encontrara algunos goles abajo. Con una terrible labor en la marca y un gran trabajo en la delantera, los tantos seguirían llegando. Rama, quien se acopló de excelente forma al engranaje candombero se hizo sentir a partir de una buena presión y entendimiento con Tucho y Miño, a la vez que Sica, Santi y Seba no sólo abortaban los embistes celestes sino que llegaban a zona de riesgo. Todos estos condimentos dieron como resultado no sólo goles, sino que algunos de ellos de tremenda factura, con sucesivos toques y terminaciones exquisitas que redondearon un más que contundente 17-1.
La ficha final marcará que Miño conviritió en 7 oportunidades, Tucho en 4, Seba y Sica en 2 y Rama y Santi en 1; pero lo más importantes es que el candombe demostró un increíble nivel y, aún más relevante, las ganas de un equipo que quiere demostrar que lo que pasó hace cuatro meses no fue ninguna casualidad.

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