
Con los mismos 7 nombres que se enfrentaron a los de Olalla, el rosa salía a la cancha para hacer frente a Pandorga F.C, equipo que ha sabido de glorias pasadas en el suelo centeneril pero con una actualidad oscura, luchando por permanecer en la máxima división.
Con Galle; Sica, Santi; Tucho y Miño; el candombe salió a la cancha. Si bien la distancia futbolística entre ambos conjuntos era, en los papeles, bastante amplia, "El barrilete" se mostró a la altura de las circunstancias ante un pálido rosa, que no podía desplegar su habitual juego. Quizá por una mentalidad algo dañada tras la caída de 7 días atrás, Candomberos no lograba jugar como suele hacerlo.
Con escaso flujo en el juego y poca conexión entre las líneas, la apertura del marcador llegaría a través de un remate de media distancia de Ale. Eso fue lo único que dejó un paupérrimo primer tiempo, en el que las llegadas fueron escasas y no claras.
El complemento fue una suerte de extensión de los 20 iniciales. Poco fútbol, muchas rispideces y jugadas combinadas que podían contarse con los dedos de una mano. Candomberos jugó mal y si bien creó alguna que otra chance clara a través de destellos individuales, no supo concretar gran parte de ellas. Del otro extremo, la defensa contuvo bien al rival, sobre todo Seba y Ale, siendo eso quizá lo más destacable del team en la tarde.
Dos chispazos de Miño lograban poner al rosa 3-0, primero asistiendo a Santi y luego con una gran jugada unipersonal, y prácticamente, sin hacer demasiado, sentenciaba el match. Pandorga encontraba el descuento tras un error compartido entre Sica y Galle, pero no mucho más; lejos estuvo de empatar.
Lo positivo de la jornada fue, indudablemente, el volver a la victoria y conservar la punta; lo negativo, el mal nivel desplegado, sobre todo de cara al venidero encuentro, ante el último campeón de la divisional, Macandme. Partido crucial el que se le presenta a Candomberos en 7 días, de cara a aspirar a obtener el título.
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