
Con el retorno del Galle al arco, Sica y Santi se colocaban como los defensores titulares (Ale y Seba esperaban en el banco), mientras que Tucho y "El Flaco" Miño fueron los delanteros iniciales (Mati Mansilla se ubicaba como relevo).
El comienzo del rosa fue dubitativo. Con más ganas de ponerse rápido arriba en el marcador para despejar fantasmas que con claridad en cuanto al juego, los primeros minutos no fueron favorables. Si bien la defensa estaba realizando un buen trabajo y los delanteros intentaban penetrar el férreo bloque azul, la conexión entre ambas líneas carecía de efectividad. Para colmo de males, Buba en un córner y sin hacer mucho encontraba la apertura del score y no dejaba que la herida del empate de la semana anterior cerrara definitivamente.
Sin embargo, de allí en más Candomberos pareció recuperar un poco la memoria. No fue el mismo de las primeras 6 jornadas pero elevó su nivel, mantuvo la mente fría y empezó a equilibrar la balanza. Si bien fue difícil superar el muro propuesto por el rival, que en un determinado tramo del encuentro había ubicado a todos sus jugadores dentro del área propia, una buena combinación derivó en el empate de Tucho. Con la paridad en el marcador, nuevamente el 13, esta vez con un remate de media distancia, daba vuelta la tortilla y ampliaba aún más la brecha tras una excelente combinación con Sica.
Con la distancia consumada, a un muchacho de Buba se le saldría la cadena y tras una descalificadora patada a Miño veía la roja, dejando a los suyos con 4 (curiosamente había ocurrido lo mismo en el único antecedente entre ambos equipos). Con pocos minutos de la primera mitad, Tucho nuevamente anotaba y dejaba las cosas 4-1.
El complemento estuvo de más, en el sentido que la victoria ya era un hecho. Sirvió, sin embargo, para que todos los integrantes ganaran minutos en cancha de cara, sobre todo, al siguiente y áspero duelo que el rosa afrontará. Específicamente en los 20 finales no se pasaron mayores sobresaltos. Los defensores hicieron una buena tarea, incluso marcó un gol cada uno (lindos zapatazos de media distancia por parte de ambos) y, a pesar de que Buba descontó en una oportunidad tras otra salida de un córner, el Galle estuvo seguro durante toda la mañana. Se destacó en el último tramo Mati Mansilla, que marcó eficazmente y se destapó con un hattrick que se vio acompañado por un tanto más de Tucho.
La siguiente jornada representará una linda prueba para el candombe. Y es que tendrá enfrente a Papá Noel, rival de envergadura que llega, además, en un momento en el que el rosa no es futbolísticamente el del arranque del torneo. Sin embargo, son estos encuentros los que, en caso de triunfar, sirven para recuperarse en todos sentido y dan fuerzas para el resto del certamen. Y yo creo fervientemente, periodismo al margen, que este equipo puede con el desafío.
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