Lo acontecido el último domingo no puede ser cabalmente comprendido por quien no haya presenciado el partido en el que Candomberos derrotó a Napoli por 7 a 6. Y es que el triunfo sólo fue en los papeles, ya que el rosa por primera vez en su historia padeció una pérdida de puntos, producto fundamentalmente de la mala intención de quien en teoría debería impartir justicia.
El triunfo ante los comandados por Pety (que presentaron sus mejores armas, incluido Martín Lombardi) implicaría, resultados que se habían dado mediante, ubicarse a tan sólo dos unidades de los cinco líderes que presentaba el torneo hasta el momento, con casi todos ellos por enfrentar. El candombe contó con un plantel casi completo, sólo faltó Ale Pereyra por problemas personales y la valla fue ocupada por el Tano Fausto nuevamente.
El inicio del match fue el peor posible; un triplete de errores propios mediante, dos en salidas y uno en el marcaje, hicieron que los celestes se colocaran velozmente 3 a 0. Sin embargo, lejos de claudicar o caer anímicamente, el rosa se repuso. Con un gol de Santi tras algunos rebotes en el área primero y una contra bien materializada por Lean después, permitieron recortar la diferencia a la mínima. Napoli no sintió la presión, aumentó nuevamente luego de linda jugada pero, a falta de un minuto para la conclusión del encuentro, Tucho rozó un pase largo del Tano y selló el definitivo 3 a 4 con que concluyó el primer tiempo.
En el complemento se produciría el robo más grande padecido en estos cinco años que Candomberos tiene de existencia. Los comandados por Lombardi se mostraron muy efectivos y materializaron el primer contragolpe con el que contaron para ponerse dos goles arriba. El rosa no se rindió, descontó con un fierrazo del Tano de afuera del área y por primera vez en el match alcanzó el empate luego de que Tucho estampara un zurdazo tras un enganche de Miño. Cuando el cotejo había tomado color, intensidad y estaba para cualquiera (si bien el equipo se mostraba un poco más entero que su rival) emergió lo insólito.
Tras un anticipo de Tricarico en mitad de cancha, Tucho lo tomó de la remera para que no continuara con su corrida cuando de todas maneras Sica y Santi se encontraban en el sector defensivo para abortar el intento. El árbitro sancionó la infracción y EXPULSÓ al número 13 de manera directa, cosechando probablemente por primera vez en la historia del fútbol una roja directa por agarrón de camiseta. No conforme con dejar al plantel con cuatro hombres, ante la injusticia y un tibio reclamo Lea recibió una amarilla, ante lo cual el Flaco lo relevó para que la situación no pasara a mayores. Cuando el delantero rosa estaba saliendo de la cancha con la indignación lógica lanzó una frase al aire (concretamente: "Yo no juego más") para que el juez de la contienda lo EXPULSARA, sentenciando a Candomberos a jugar los 7 minutos restantes con un hombre de menos y sin la posibilidad de cambiar alguno.
En ese tramo apareció el corazón y fútbol que este equipo ha demostrado siempre. Se puso arriba con inferioridad numérica luego de un golazo al ángulo de Santi para recibir al instante un desesperanzador empate. No obstante un minuto después el Tano cortó un avance, salió del arco, eludió a un rival y tras una pared con Miño convirtió un impresionante gol de rabona, que se alojó allí donde el palo se junta con el travesaño. El 7 a 6 era épico, debían restar dos minutos como mucho; a todo esto el árbitro ordenó a Tucho, quien se encontraba fuera de la cancha, que ABANDONARA EL COMPLEJO, luego de que el 13 gritara con furia la anotación de Fausto.
Napoli sacó del medio, Candomberos recuperó, Miño esbozó una bicicleta y se llevó el balón hacia donde se encuentra la entrada a la cancha n°1 del complejo centeneril. Allí Lombardi, el mejor hombre de los celestes, en un acto antifutbolístico e inentendible, pateó furiosamente de atrás a Coco, cometiendo una infracción terrible. El Flaco se levantó, le dijo algo a la distancia pero inmediatamente fue separado y alejado por Sica, para que la situación no trascendiera. El juez de la contienda echó al defensor napolitano por la falta pero insólitamente ECHÓ también a Miño por, supuestamente, "cargar al rival"; definiendo el cotejo injustamente para el adversario.
Charlando postriormente con la organización, ésta argumentó que insultar a un oponente es causal de roja; no obstante cuando Tucho recibió su increíble expulsión, Tricarico (quien la "padeció") no sólo insultó al delantero sino que además lo empujó, y tan sólo vio la amarilla; por ende el criterio del colegiado carece de fundamento.
La "derrota" no puede explicarse por el reglamento, sino solamente por la mala intención de un "árbitro" que ya había hipotecado las chances del rosa allá por el Clausura 2010, cuando también expulsó a Miño a los ocho minutos del primer tiempo en el fundamental encuentro que el equipo disputó aquella vez ante Macandme. Una actitud incomprensible, que solamente puede explicarse por la mediocridad y mala fe del ser humano, así como por la felicidad que ha de sentir haciéndole el mal a los demás.
El robo padecido desmoralizó al plantel, que había levantado un juego insólito. Una vez más vio trunco su sueño, por aquello que se levanta, se entusiasma y paga por un tercero, por EL MISMO TERCERO DE SIEMPRE. Pero el equipo es más grande que eso. El destino futbolístico no se augura próspero en Centenera, puesto que los tres delanteros serán sancionados y Recovecos de Ilusiones y Huevo Tano están a la vuelta de la esquina. Es momento de pensar en cómo seguir, hacese fuerte, tomar las medidas correspondientes para con quien nos arruinó el campeonato y mirar para adelante.
RESUMEN DEL PARTIDO
CANDOMBEROS (7) - NAPOLI (6)*
GOLES: SANTI (2) - TANO (2) - TUCHO (2) - LEA (1)
*PP por insólito fallo arbitral
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