El triunfo de Candomberos sobre Brisas de Liniers por la fecha 14 del Apertura implicó no sólo la posibilidad de mantenerse a la expectativa de cara a la chance de acceder a la Champions centeneril, sino también significó el primer éxito de la historia sobre el conjunto de Ignacio Scudiero (3 PP hasta entonces).
El trámite no iba ser sencillo. Al igual que en la mayoría de los duelos anteriores, la paridad y la lucha iban a ser las principales protagonistas durante el mayor tramo del partido, aunque hubieron destellos de buen fútbol de parte de ambos conjuntos, así como una concentración acorde a las necesidades de ambos equipos (el rosa buscando la segunda colocación, los verdiblancos escaparle a la promoción para mantener la categoría). No obstante, la gran diferencia respecto a los choques anteriores iba a ser el abrupto final, inesperado y hasta poco común para el curriculum del rosa en la máxima división.
El primer tiempo fue más bien de estudio. Ninguno de los dos contendientes arriesgó demasiado con subidas profundas de sus defensores y cada uno se focalizó en contener al rival y no caer en desventaja. El candombe logró en casi todo momento evitar la creación de juego propuesta por Matías Mansilla, bloqueó los potentes disparos de Brian Waldman e impidió que Bugarin se erigiera como el pilar que aguantara las subidas de sus compañeros; por eso Brisas no tuvo más remedio que recurrir a los remates de Gonza Ríos, todos bien contenidos por el Galle. Ofensivamente Candomberos fue un poco más, tuvo tres chances aisladas con intentos de media distancia, pero no consiguió lograr el picante necesario para abrir la cuenta.
En el complemento el rosa decidió pararse un poco más adelante y atosigar un tanto más a los del Celtic, a sabiendas que la unidad no resultaba muy útil. Así, la presión ejercida por los delanteros comenzó a dar sus frutos, a la vez que el tridente Sica/Santi/Seba (Ale no fue de la partida) mostró un altisimo nivel y neutralizó casi todos los intentos rivales de convertir. De movida nomás, tras una hermosa triangulación, un lindo tiro de Darío Gonca fue bien contenido por Ríos para que sólo un puñado de minutos más tarde el Flaco esbozara un deborde y con un envenenado centro/remate al arco consiguiera la parcial victoria.
Con el 1 a 0 el candombe mantuvo aún más la calma, siguió sólido, enfocado y con la ambición de marcar nuevamente. Si bien Brisas no lograba complicar (otra vez apeló excesivamente a los disparos de Ríos desde mitad de cancha), tuvo una oportunidad neta en la cual Waldman entró de frente al arco tras centro de Mansilla, pero el Galle con una espectacular atajada preservó la ventaja. Aquella reacción, sumado al contundente marcaje candombero, parecieron significar un punto de inflexión desde lo mental. Y es que no sólo de allí en más un jugador adversario entró en un pronunciado nerviosismo, sino que una ejecución acelerada de un tiro libre devino en la escapada en solitario del Tano que, tras fallar su mano a mano, cedió un pase atrás a Sica, quien sutilmente definió.
El segundo gol concluyó el partido, no porque así lo indicara el cronómetro, sino porque la tarjeta roja sufrida por el anteriormente mencionado futbolista contrario por exceso verbal, se convirtió en la casi automática suspensión del match, tras la continua increpación de éste para con el colegiado.
Así de extraña fue la primera victoria de Candomberos sobre Brisas de Liniers. Pero fue victoria al fin, una que le permite soñar al equipo con la posibilidad de alcanzar el segundo puesto y meterse en la lucha por la Champions centeneril, para lo cual tendrá que derrotar al duro Huevo Tano el domingo que viene.
RESUMEN DEL PARTIDO
CANDOMBEROS (2) - BRISAS DE LINIERS (0)
GOLES: FLACO - SICA
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